Si el ombligo está exudando o está húmedo, o aun si tiene pus seco en la superficie, es probable que su bebé tenga una infección leve debido a una bacteria superficial. En general esto se cura bastante rápido. Las infecciones del ombligo se deben tratar con cuidado porque existe el riesgo de que se transmitan al hígado o al abdomen.
La exudación se puede producir cuando ya se haya caído el cordón umbilical, pero en general ocurre cuando todavía no se ha desprendido.
Limpie las secreciones secas al menos dos veces al día. Utilice un hisopillo mojado o un paño húmedo. A continuación, séquelo con cuidado. Deberá apartar la piel alrededor del cordón para llegar a esta área. También puede que deba doblar el cordón un poco para llegar debajo del mismo.
Precaución: no use alcohol. (Excepción: su profesional médico le indica que lo haga)
Si hay un poco de pus, aplique un ungüento antibiótico (de venta libre) 2 veces por día después de cada limpieza. Deje de hacerlo después de 2 días.
La exposición al aire y la sequedad ayudan a cicatrizarlo, así que pliegue el pañal para dejar descubierta la zona del cordón umbilical.
Una vez se haya curado la infección leve, vuelva a la cura en seco del cordón umbilical. Los cordones normales no necesitan ningún tratamiento especial. Solo tiene que dejarlo secar (secado natural).
No ponga talco en el ombligo. Puede causar irritación y reacción de los tejidos.
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