La traqueomalacia es una condición en la cual el revestimiento del tubo respiratorio (la tráquea) está muy débil o blando. La tráquea es el tubo de aire que va desde la garganta a los pulmones. Está compuesto de músculos y un tejido resistente flexible llamado cartílago. Anillos de cartílago soportan la tráquea y la mantienen abierta cuando usted respira. Cuando un niño tiene traqueomalacia, el tubo respiratorio puede estar tan débil que colapsa y puede obstruir la vía respiratoria.
La traqueomalacia es más común en bebés y niños pequeños. La mayoría de las veces es un defecto de nacimiento. También se puede desarrollar si su hijo tiene:
Los síntomas de la traqueomalacia incluyen respiración ruidosa y una tos con ladridos fuertes. Su hijo puede tener sibilancia constantemente. La sibilancia puede ser peor cuando el bebé llora, se alimenta o tose. Los síntomas generalmente mejoran cuando el bebé duerme boca abajo o duerme.
La mayoría de bebés con este trastorno parecen felices y no parecen estar luchando cuando tienen sibilancia. Si la traqueomalacia es grave, su hijo puede luchar para respirar. Puede ser que los bebés no puedan respirar y alimentarse al mismo tiempo y no puedan aumentar de peso.
El profesional médico de su hijo le hará preguntas sobre la historia clínica y los síntomas de su hijo y le hará un reconocimiento. Las pruebas pueden incluir:
La traqueomalacia generalmente mejora sin tratamiento médico para cuando el niño tiene 6 a 12 meses y desaparece a los 24 meses de edad.
Si la condición es grave, no mejora, o retrasa el crecimiento de su hijo, su hijo puede necesitar una:
Los niños con esta condición se deben vigilar cuidadosamente cuando tienen resfriados u otras infecciones respiratorias ya que una infección puede agravar sus síntomas.
Siga las indicaciones de su profesional médico para el tratamiento de su hijo. Pregúntele al profesional médico de su hijo:
Asegúrese de saber cuándo debe regresar su hijo a revisión.