________________________________________________________________________
PUNTOS CLAVE
- El trastorno por uso de nicotina es un patrón de uso de nicotina que lleva a problemas personales, familiares y de salud. La nicotina es una sustancia química presente en cigarrillos, tabaco de pipa y tabaco de mascar. Es a la vez un estimulante, que aumenta la energía y un sedante, que relaja.
- Para que cualquier tratamiento pueda tener éxito, su hijo tiene que estar dispuesto a dejar de usar la nicotina. Si su hijo está abusando o depende de la nicotina y desea dejarla, obtenga ayuda de su profesional médico.
________________________________________________________________________
¿Qué es el trastorno por uso de nicotina?
La nicotina es una sustancia química presente en cigarrillos, tabaco de pipa, puros o cigarros y tabaco de mascar. Es a la vez un estimulante, que aumenta la energía, y un sedante, que relaja a su hijo.
El trastorno por uso de nicotina es un patrón de uso de tabaco que lleva a problemas personales, familiares y de salud. Cuantas más de estas declaraciones se apliquen a su hijo, más grave es el trastorno por uso de nicotina de su hijo.
- Su hijo usa más nicotina o la usa por más tiempo de lo que tenía programado.
- Su hijo quiere reducir la cantidad que usa o quiere dejarla por completo, pero no puede.
- Su hijo invierte mucho tiempo y energía obteniendo, usando y recuperándose por los efectos de la nicotina.
- Su hijo tiene tanta necesidad de nicotina que le resulta difícil pensar en otra cosa.
- Su hijo tiene problemas en el trabajo o el colegio, o deja de cuidar a las personas que dependen de usted.
- Su hijo tiene problemas de relación porque no cumple sus promesas, o discute o se pone violento con los demás.
- Su hijo deja de hacer cosas que le resultan importantes como los deportes, pasatiempos, o pasar un rato con la familia o las amistades a causa de su uso de nicotina.
- Su hijo usa nicotina aun cuando es peligroso, como cuando maneja u opera maquinarias.
- Su hijo continúa usando nicotina a pesar de que sabe que le están dañando la salud física o mental.
- Su hijo necesita usar cada vez más droga, o usarla con más frecuencia para obtener los mismos efectos. Esto se conoce como tolerancia.
- Su hijo tiene síntomas de abstinencia cuando deja de usar la droga.
El trastorno por uso de nicotina también se puede llamar dependencia o adicción.
¿Cuál es la causa?
En un primer momento su hijo puede comenzar a consumir tabaco porque le hace sentir bien o porque quiere cambiar algo en su vida. Tal vez empiece a fumar para integrarse entre sus amigos fumadores. Puede que quiera parecer interesante, mayor o rebelde. O quizá piense que puede servirle para relajarse y sentirse mejor.
El cerebro genera sustancias químicas que afectan a los pensamientos, las emociones y las acciones. La nicotina cambia el equilibrio de estos productos químicos en el cerebro de su hijo. Cuando su hijo usa nicotina regularmente, su cerebro comienza a acostumbrarse a ella. Como consecuencia, no se siente bien a menos que la consuma. Si el deja de consumirla repentinamente, se altera el equilibrio de sustancias químicas en su cerebro, lo que produce el síndrome de abstinencia.
Es posible que a su hijo le guste el sabor, el olor o el aspecto de un cigarrillo y el ritual de manejar, encender o fumar cigarrillos. Si su hijo intenta dejar de fumar, el no poder seguir estos rituales podría agravar los síntomas de la abstinencia y el deseo de fumar.
La mayoría de los consumidores de tabaco empezaron antes de los 18 años de edad. Los niños que comienzan a fumar a una corta edad tienen menos probabilidades de dejar el hábito cuando son adultos.
¿Cuáles son los síntomas?
Los indicios que su hijo fuma pueden incluir:
- Latido cardíaco rápido
- Oler a tabaco y tener mal aliento
- Congestión de los senos nasales y tos constante
- Problemas para respirar cuando realiza actividades como correr o nadar
- Dolor de garganta o voz ronca
- Problemas para dormir
- Resfriados o resfríos frecuentes u otras infecciones
Si nota estas señales, no significa que su hijo fume regularmente, pero debería hablar con él.
Cuando su hijo trate de dejar de usar tabaco, puede experimentar síntomas de abstinencia de leves a intensos. Puede que su hijo tenga alguno de estos síntomas cuando deja de consumir nicotina:
- Agitación e irritabilidad
- Depresión o ansiedad
- Problemas para prestar atención
- Problemas para dormir
- Aumento del apetito
- Dolores de cabeza
- Deseo intenso de tabaco
Los síntomas de la abstinencia pueden ser muy intensos, especialmente durante las 72 primeras horas después que su hijo deja de usar tabaco. Tras los primeros 2 a 3 días los síntomas mejoran.
¿Cómo se trata?
El trastorno por uso de nicotina se puede tratar. Su hijo debe dejar de consumir todo tipo de tabaco, incluyendo fumar cigarros, la pipa, así como tabaco de mascar.
El profesional médico de su hijo le puede recomendar sustitutos de nicotina que pueden prácticamente duplicar las posibilidades de dejarlo para siempre. Usted puede comprar chicle de nicotina, parches o pastillas sin una receta. La terapia de sustitución de la nicotina le permite a su hijo reducir lentamente la cantidad de nicotina en su cuerpo con el paso del tiempo. Utilizar un sustituto de nicotina mientras deja el tabaco puede reducir las ansias y aliviar los síntomas físicos. La dosis de nicotina va reduciéndose lentamente durante varias semanas o meses.
Cigarrillos electrónicos (también llamados E-cigs en inglés), son dispositivos que funcionan a base de baterías y se parecen a un cigarrillo o cigarro. Crean un vapor sin humo que se inhala. El vapor contiene muchos productos químicos y frecuentemente contiene nicotina. Los cigarrillos electrónicos no son un buen método para dejar de fumar porque:
- No se ha comprobado que son seguros. Algunos de los productos químicos son perjudiciales. Los cigarrillos electrónicos pueden afectar los pulmones en algunas de las mismas formas en que lo hacen los cigarrillos de tabaco.
- No hay pruebas que los cigarrillos electrónicos ayudan a dejar de fumar. Los cigarrillos electrónicos proporcionan la nicotina de tal manera que continúan fomentando la adicción a la nicotina y el fumar.
Su hijo tiene más probabilidades de triunfar si cambia su conducta además de tomar medicamento. Puede que su hijo desee unirse a grupos de respaldo como Nicotina Anónimos o programas organizados para dejar de fumar, o puede probar la terapia individual. La terapia cognitivo conductual (CBT) le ayuda a su hijo a analizar sus pensamientos, creencias y acciones, y comprender cuáles le causan problemas. A continuación su hijo aprende a cambiar las formas poco saludables de pensar y comportarse.
La hipnosis y la acupuntura pueden ayudar a algunos niños a dejar de fumar.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
Si usted también consume tabaco obtenga el apoyo necesario para dejar de fumar. Nada de lo que usted diga sobre el tabaco es tan poderoso como el ejemplo le dé a su hijo.
Si su hijo consume tabaco:
- Hable con él. Pregúntele por qué le gusta fumar tabaco. Asimismo averigüe lo que no le gusta o lo que le preocupa sobre fumar. Intente buscar un sustituto saludable del tabaco. Por ejemplo, si su hijo fuma para “sentirse aceptado”, ayúdele a encontrar otra actividad, como deportes o teatro, en donde pueda integrarse y sentirse bien consigo mismo.
- Señale que causa mal aliento, manchas en los dientes y mal olor en la ropa.
- Aunque para la mayoría de los niños las consecuencias inmediatas del tabaco serán más importantes que los riesgos a largo plazo, es importante decirle a su hijo que las personas que fuman mueren antes que las que no fuman. Los fumadores tienen más posibilidades de morir a causa de problemas relacionados con el tabaco, como cáncer, enfermedades cardíacas o pulmonares. El consumo de tabaco sin humo causa enfermedad en las encías, cáncer de boca y enfermedad del corazón.
- Deje saber a su hijo que usted no aprueba de fumar y no permitirá que fume en el hogar. En lo posible diga esto en una forma tranquila. Informe a su hijo de lo que ocurrirá si no sigue las reglas, como perder el uso del teléfono celular, la computadora o tiempo para videojuegos. Asegúrese de que usted hará lo que ha dicho.
Si su hijo quiere dejar de fumar, ayúdele:
- Elabore un plan:
- Fije una fecha para dejarlo y avise a sus familiares y amigos. Algunas personas comienzan a usar menos tabaco en los días previos a la fecha en que van a dejar de fumar. Otros usan la misma cantidad de tabaco hasta la fecha en que van a dejarlo.
- También puede servir mascar chicle sin azúcar o caramelos, cecina de res o pipas, en lugar de fumar o mascar tabaco.
- Deshágase de todos los productos de tabaco y cualquier accesorio, como encendedores y ceniceros.
- Dígale a su hijo que escriba las razones por las que quiere dejar de fumar y recuérdeselas siempre que sienta la tentación de volver a usar tabaco.
- Haga una lista de todas las situaciones, lugares o emociones que aumentan las posibilidades de que vuelva a usar tabaco. Estas cosas se llaman desencadenantes. Ser consciente de estos desencadenantes puede ayudarle a evitarlos o estar preparado. Por ejemplo, si el siempre consume tabaco después de una discusión, puede planear dar un paseo la próxima vez que discuta.
- Ayude a su hijo a cambiar su rutina diaria o a dedicarse a actividades nuevas que no incluyan el fumar. Podría unirse a un grupo de ejercicio o comenzar a practicar un deporte. Tal vez quiera dibujar, hacer maquetas u otras actividades para tener las manos ocupadas.
- Anímele a pasar más tiempo con personas que no fuman. También es útil aprender formas de relajarse y controlar el estrés. Hable de lo que podría hacer con el dinero que no gastaría en tabaco.
- Anime a su hijo para que siga intentándolo. Muchas personas tratan de dejar de usar tabaco más de una vez, hasta que al final lo logran. Si su hijo no triunfa en su intento de dejarlo, alabe su esfuerzo y apóyelo para que lo intente de nuevo.
Developed by Change Healthcare.
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.