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PUNTOS CLAVE
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Los tics (contracciones) musculares son movimientos o sonidos que hace un niño sin tener intención de hacerlos. Los tics son difíciles de detener o controlar. Algunos niños pueden detener sus tics brevemente, aunque por lo general no por mucho tiempo. Si los tics son graves, o si suceden con frecuencia, pueden afectar la vida de un niño de muchas maneras. Los tics pueden desaparecer por un tiempo o los niños pueden seguir con tics hasta ser adultos.
Existen distintos tipos de tics.
Los tics pueden involucrar un solo grupo muscular, como pestañear o sacar la lengua. O pueden incluir varios grupos musculares en un movimiento coordinado como saltar, sacudir la cabeza o arrojar un objeto.
El síndrome de Tourette es un tipo de trastorno de tic que puede causar tics motores y vocales. La mayoría del tiempo comienza en la primera infancia y por lo general es para toda la vida, aunque los síntomas pueden disminuir a medida que su hijo se hace mayor.
Se desconoce la causa exacta de los tics. Tienden a ser hereditarios. Los tics pueden ser causados por:
Algunos problemas con tics pueden comenzar o empeorar tras una infección por estreptococos.
Es más probable que los varones tengan tics que las mujeres. Hasta 1 en 4 niños desarrolla un tic de corta duración. Esto es bastante común niños en edad escolar conforme se van adaptando a las nuevas rutinas, nuevas escuelas y nuevas amistadas.
Los síntomas pueden incluir:
Un niño puede tener un tipo de tic o varios tics distintos. El tic puede comenzar en una parte del cuerpo y propagarse a otras partes. Entre los tics, su hijo puede tener una sensación de alivio hasta sentir que necesita tener otro tic. Los niños a menudo tienen problemas para prestar atención y concentrarse porque están distraídos por sus tics.
El profesional médico de su hijo le hará preguntas sobre la historia clínica y los síntomas de su hijo y le hará un reconocimiento. Su hijo puede tener pruebas o estudios de imagen para comprobar si existen causas posibles de los síntomas, como un trastorno convulsivo.
Con tics sencillos se puede necesitar muy poco tratamiento. Típicamente, un niño tendrá más tics cuándo esté tenso o estresado y menos tics cuándo esté dormido, relajado, o enfocado en una tarea absorbente. Usar las técnicas de relajación o biorretroalimentación puede ayudarle a su hijo a manejar el estrés.
Trastornos complejos pueden necesitar tratamiento con medicamentos. La Intervención Conductual Integral para Tics, que incluye formación en la inversión del hábito y otras terapias, también puede ayudar. Con formación en la inversión del hábito, su hijo puede hace algo en lugar del tic. La nueva acción debería usar músculos de tal manera que resulte imposible realizar el hábito anterior. Por ejemplo, en lugar de un tic de parpadeo de ojo, su hijo podría cerrar sus ojos suavemente y mantenerlos cerrados por 10 segundos.
Cumpla con todo el tratamiento recetado por su profesional médico. Además:
Pregúntele a su profesional médico:
Asegúrese de saber cuándo debe regresar su hijo a revisión. No deje de acudir a todas sus citas con su profesional médico o para realizar pruebas.