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PUNTOS CLAVE
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La talasemia está causada por un problema con la forma en que el cuerpo produce hemoglobina. La hemoglobina es la parte de los glóbulos rojos que lleva oxígeno a todas las partes del cuerpo. Cuando un niño tiene talasemia, los glóbulos rojos tienen menos hemoglobina de lo normal. Las células no duran tanto en el torrente sanguíneo como los glóbulos rojos normales, y esto causa anemia. Anemia significa que su hijo no tiene suficientes glóbulos rojos, o suficiente hemoglobina normal en los glóbulos rojos, para llevar todo el oxígeno que el cuerpo necesita.
La talasemia se hereda, lo que significa que se pasa de padres a hijos a través de sus genes. Los genes están dentro cada una de las células del cuerpo. Contienen la información que indica al cuerpo cómo desarrollarse y funcionar.
La talasemia está causada por un problema con los genes que producen hemoglobina. Existen distintas formas de talasemia, según qué genes estén afectados.
La talasemia es más común en las personas de ascendencia Mediterránea, como los italianos y griegos. También se encuentra en personas de la península arábiga, Irán, África, Sudeste de Asia y China del Sur.
Los síntomas dependen de la forma y la gravedad de la enfermedad. Algunos niños no tienen síntomas o los síntomas son muy leves. Otros con una forma muy grave de la enfermedad mueren antes o poco después de nacer.
Las formas más graves de la enfermedad pueden causar síntomas en la primera infancia como:
El profesional médico de su hijo le hará preguntas sobre la historia clínica y los síntomas de su hijo y le hará un reconocimiento. A su hijo le harán análisis de sangre. Los antecedentes familiares y pruebas de sangre de parientes también pueden ayudar con el diagnóstico.
Las pruebas de ADN durante el embarazo ya sean con la amniocentesis o una muestra de vellosidad coriónica (MVC) pueden indicar si el bebé tendrá el trastorno y lo grave que pueda ser.
El tratamiento depende del tipo de talasemia y la gravedad.
Sin tratamiento, la talasemia grave puede llevar a problemas de corazón e hígado.
Cumpla con todo el tratamiento recetado por el profesional médico de su hijo. Además:
Pregúntele al profesional médico de su hijo:
Asegúrese de saber cuándo debe regresar su hijo a revisión. No deje de acudir a todas sus citas con su profesional médico o para realizar pruebas.