Los granitos (puntos blancos) son pequeñas ampollas llenas de pus. Son causadas por las bacterias llamadas estafilococos (a diferencia del acné). Se presentan más comúnmente en las áreas de fricción (por ejemplo, a causa de ropa apretada o por frotamiento). Los granitos son una infección muy superficial de la piel y nunca dejan cicatrices.
El mejor tratamiento (y el más económico) para destruir los estafilococos que causan los puntos blancos es una solución de 1:100 de un blanqueador y agua. Fabríquelo mezclando 1 cucharadita de lejía en 1 cuarto de galón de agua. Limpie con esta solución (o con agua y jabón) cualquier parte de la piel que tenga granitos antiguos o nuevos, durante 10 minutos, 3 veces al día durante 2 ó 3 días.
Abra los puntos blancos maduros usando una aguja esterilizada con alcohol o con una llama, y luego deseche la aguja. El pus debe salir sin apretar. Quítelo con un pañuelo facial. Luego aplique una pomada antibiótica 3 veces al día hasta que desaparezcan.
Un error común es cubrir los puntos blancos con una "Curita". Esto puede hacer que se propaguen. La aplicación de vaselina o cualquier pomada que no contenga antibiótico también puede hacer que empeoren mucho.
Para prevenir la propagación, recomiéndele a su hijo que no se toque los puntos blancos ni se frote la piel. Mantenga cortas las uñas de las manos de su hijo. Debe lavarle las manos con frecuencia. Déle una ducha una vez al día con un jabón antibacteriano. Asegúrese de que ninguna otra persona use las mismas toallas que usa este niño.
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