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PUNTOS CLAVE
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Tener diabetes significa que su hijo tiene demasiada azúcar (glucosa) en la sangre. El cuerpo convierte algunos de los alimentos que su hijo come en glucosa. La sangre transporta la glucosa a las células de su cuerpo. Su hijo necesita algo de glucosa en sus células para producir energía, pero demasiada glucosa en la sangre no es buena para la salud de su hijo.
La diabetes tipo 1 es un trastorno de por vida que generalmente comienza en la niñez o al principio de la edad adulta. También se llama diabetes juvenil. Diabetes tipo 1 no se puede prevenir. No existen pruebas de detección para la diabetes tipo 1 en personas que no tienen síntomas.
La diabetes tipo 1 se desarrolla cuando el páncreas deja de producir insulina. La insulina es una hormona que se produce en el páncreas, que es un órgano situado en la parte alta del vientre. El cuerpo utiliza insulina para ayudar mover la glucosa de la sangre a las células. Cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina, la glucosa no puede entrar las células y se acumula en la sangre de su hijo. La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos y nervios pequeños, causando problemas en la vista, el corazón, el cerebro, la piel y los pies.
El páncreas deja de producir insulina cuando las células en el páncreas han sido dañadas o destruidas. No siempre se sabe qué lo causa. Le puede pasar después de una infección viral o una lesión directa al páncreas. Puede ser causada por un problema con el sistema inmunológico de su hijo. El sistema inmunológico es la defensa de su cuerpo contra la infección. Las defensas del cuerpo contra la infección pueden atacar los tejidos del cuerpo. Cuando su hijo tiene diabetes tipo 1, el ataque principalmente ocurre contra el páncreas.
Los síntomas pueden aparecer repentinamente o pueden desarrollarse en el transcurso de días o semanas. No todas las personas tienen los mismos síntomas. Los síntomas pueden incluir:
Si la diabetes no se diagnostica y trata, el nivel de glucosa en la sangre de su hijo podría ser tan alto que le podría provocar a su hijo un coma y la muerte.
El profesional médico de su hijo le hará preguntas sobre la historia clínica y los síntomas de su hijo y le hará un reconocimiento. Le harán pruebas a su hijo para a medir el nivel de glucosa en la sangre. Las pruebas pueden incluir:
Su hijo puede tener otros análisis de sangre para ver qué tipo de diabetes tiene.
La meta del tratamiento es controlar el nivel de glucosa en la sangre de su hijo y mantenerlo en un intervalo normal. Controlar el nivel de glucosa en la sangre de su hijo puede disminuir la posibilidad que su hijo desarrolle problemas serios causados por la diabetes.
Cuando su hijo tiene diabetes tipo 1, va a tener que tomar insulina por el resto de su vida. Su hijo tendrá que aprender sobre la diabetes, cómo medir su nivel de glucosa en la sangre y cómo tratar el nivel alto o bajo de glucosa en la sangre. Las otras partes importantes del tratamiento de la diabetes son la dieta y el ejercicio.
Se puede usar diferentes tipos de insulina para tratar la diabetes. Varían por su rapidez para reducir el nivel de glucosa en la sangre y la duración de sus efectos. Usted y su profesional médico colaborarán para encontrar el tipo y dosis de insulina que le ayuden a mantener el nivel de glucosa en la sangre de su hijo dentro de los valores recomendados. Usted o su hijo tendrán que controlar el nivel de glucosa en la sangre, con frecuencia 4 veces o más por día al principio. Dependiendo de cuándo el nivel de glucosa de su hijo es alto o bajo, sus actividades diarias y su horario de trabajo o escuela, es probable que su hijo tenga que usar una combinación de insulinas, en general una insulina de acción corta y otra insulina de acción más prolongada, para poder tener un mejor control sobre el nivel de glucosa en la sangre. La dosis de insulina de su hijo puede cambiar basado en su consumo de alimentos y el nivel de glucosa en su sangre. Si su hijo recibe demasiada insulina, su nivel de glucosa en la sangre podría bajar demasiado. El nivel bajo de glucosa en la sangre puede hacer a su hijo sentir tembloroso, con sensación de desmayo, tener convulsiones, o caer en un coma.
Usted o su hijo aprenderá a medir las dosis de insulina, limpiar la piel de su hijo, y a dar las inyecciones. Su hijo puede aprender a darse sus inyecciones de insulina entre las edades de 10 a 11 años de edad.
Es posible que su hijo pueda usar una bomba de insulina.
El profesional médico de su hijo puede recetarle otros medicamentos para ayudar a la a controlar el nivel de glucosa en la sangre.
Los profesionales médicos están trabajando para encontrar métodos nuevos y más efectivos para tratar la diabetes. Por ejemplo, se están realizando con más frecuencia trasplantes quirúrgicos de todo el páncreas o de algunas células del páncreas. El trasplante de tejido puede producir suficiente insulina todos los días para que su hijo pueda dejar de usar insulina.
Usted y su hijo aprenderán a comprobar su nivel de glucosa en la sangre en casa con una pequeña máquina llamada medidor de glucosa en la sangre o medidor de glucosa (glucómetro). El profesional médico de su hijo le dirá cuándo y con qué frecuencia se tiene que medir el nivel de glucosa en la sangre. Cuando su hijo tenga entre 7 a 10 años de edad, podrá aprender a controlar el nivel de glucosa en la sangre por sí mismo.
Deberá llevar un registro de las mediciones de glucosa en la sangre de su hijo. Su profesional médico comprobará el registro a cada consulta para ver si es necesario hacer cambios en el medicamento de su hijo.
Es posible que su hijo tenga una prueba A1C cada 3 a 6 meses para verificar su control general de glucosa en la sangre. La prueba A1C es una forma de medir el nivel medio de glucosa en la sangre en un período de 3 meses. Es un buen método para saber si la diabetes de su hijo está bajo control. No obstante, no es un sustituto de sus mediciones diarias de azúcar en la sangre. Las mediciones diarias del nivel de glucosa en la sangre de su hijo muestran si el tratamiento de su hijo está funcionando a lo largo del día.
Su profesional médico le dará unas pautas para determinar qué alimentos deber comer su hijo y cuántas calorías tiene que comer su hijo por día. La dieta que le receten incluirá mucha proteína magra, carbohidratos complejos (como pastas, panes y cereales de grano integral), frutas y verduras frescas y alimentos con alto contenido en fibra. Es posible que su hijo pueda tener un refrigerio con azúcar de vez en cuando, pero la dieta normal de su hijo no debe incluir alimentos azucarados como refrescos azucarados, caramelos y postres. También aprenderá a espaciar las comidas de su hijo para evitar que éste pase demasiado tiempo sin comer.
Puede que su profesional médico lo remita a una dietista o una educadora de diabetes para que le ayude a planificar un régimen de comidas.
La actividad física es muy importante. El ejercicio mejora el riego de sangre, ayuda al cuerpo de su hijo a usar la insulina mejor y usa más glucosa en la sangre. Un buen plan de actividades puede ayudarle a controlar el nivel de glucosa en la sangre de su hijo. También le ayuda a mantenerlo saludable y evitar algunos de los problemas causados por la diabetes. Hable con el profesional médico de su hijo sobre el plan de actividades adecuado para su hijo.
Cuando a un niño se le diagnostica diabetes, hay mucho que aprender sobre la enfermedad. Esta educación suele hacerse durante 2 o 3 días en una clínica de diabetes. Esta educación es muy importante. Consulte con su profesional médico sobre sus opciones.
Los profesionales médicos le enseñarán qué es la diabetes y cómo inyectarle a su hijo las cantidades correctas de insulina. Usted y su hijo aprenderán cómo medir el nivel de glucosa en la sangre y el nivel de cetonas en la sangre o la orina. Aprenderá cómo tratar un nivel alto y bajo de glucosa en la sangre y otros formas de maneras a su hijo en buen estado de salud.
Puede aprender a cuidar adecuadamente a su hijo en unas pocas semanas y su hijo puede seguir haciendo casi todas sus actividades favoritas. Debe trabajar con su profesional médico, comenzar a cambiar los hábitos de alimentación de su hijo, comenzar o retomar la actividad física y medir el nivel de glucosa en la sangre de su hijo según el programa recomendado por su profesional médico. Controlar cuidadosamente en nivel de la glucosa en la sangre y cuidar de cualquier otro problema de salud que tiene su hijo puede prevenir o retrasar problemas de salud serios. Cumpla con todo el tratamiento recetado por su profesional médico. Además:
Los niños con la diabetes se enfrentan a las mismas presiones que otros niños. Es posible que sientan curiosidad por fumar, tomar alcohol, o usar drogas. Fumar acelera el daño al corazón y los vasos sanguíneos. El alcohol y las drogas pueden hacer que resulte difícil de controlar la glucosa en la sangre y puede causar daño a los nervios a lo largo del tiempo. Hable con su hijo acerca de los riesgos de fumar, tomar alcohol y usar drogas.
Pregúntele al profesional médico de su hijo:
Asegúrese de saber cuándo debe regresar su hijo a revisión. No deje de acudir a todas sus citas con su profesional médico o para realizar pruebas. Acuda siempre a sus citas con los registros de glucosa o el medidor de glucosa (glucómetro) de su hijo.
Puede obtener más información en: