Cuando su hijo sufra una lesión en la piel, observe que no presente signos de infección. Los signos que indican que la herida está infectada incluyen lo siguiente:
La mayoría de las infecciones de la piel se producen después de lesiones que la cortan o agrietan (por ejemplo, de cortaduras, heridas por punción, mordeduras de animales, astillas, espinas o quemaduras). Entonces, las bacterias (especialmente el estafilococo o el estreptococo) invaden la herida y causan la infección. Algunas infecciones comenzarán con un sarpullido cerrado (es decir, la piel no está agrietada). Los ejemplos son las picaduras de insectos, la varicela, la sarna o el acné. Si un niño se rasca estos sarpullidos, la piel puede agrietarse y luego infectarse.
Las heridas más profundas (por ejemplo, heridas por punción) son mucho más propensas a infectarse que las lesiones superficiales (por ejemplo, raspones). Las manos corren mayor riesgo de sufrir infección por heridas por punción. Las garras o los dientes penetrantes de los gatos plantean un riesgo importante de infección.
La celulitis (infección de la piel) a veces pues comenzar sin una infección por herida reciente. Este tipo de celulitis se propaga desde el torrente sanguíneo y puede ser grave si no se trata.
Con los antibióticos correctos y las inmersiones en agua tibia, la infección por herida debería mejorar de 24 a 48 horas. Para ese entonces, su hijo debería dejar de tener fiebre causada por la infección. Todas las manchas o los parches rojos deberían dejar de propagarse. El área de la herida también debería estar mucho menos sensible dentro de 48 horas. Una semana después de que su hijo comience a tomar los antibióticos, todos los signos de infección activa deberían desaparecer por completo.
Adminístrele a su hijo el antibiótico recetado por su profesional médico.
Este medicamento eliminará los gérmenes que causan la infección por herida. Trate de no olvidar ninguna dosis. Si su hijo va a la escuela o se queda con una niñera, organice para que alguien le dé la dosis de la tarde.
Aunque su hijo se sienta mejor en unos pocos días, dele el antibiótico hasta terminarlo para evitar que la infección vuelva a aparecer.
Para las heridas abiertas que están infectadas, es importante hacer una limpieza adecuada para que cicatrice. Sumerja el área herida en agua tibia o coloque un paño húmedo y tibio sobre la herida durante 20 minutos tres veces al día. Use una solución de agua tibia con sal que contenga 2 cucharadas de sal de mesa por cuarto de galón de agua. Utilice esta solución para eliminar todo el pus y las costras sueltas. (No utilice peróxido de hidrógeno porque es un germicida débil). El profesional médico quizás le dé una jeringa para ayudarlo a lavar la herida. Siga remojando la herida 3 veces por día hasta que parezca que la infección desapareció. Luego limpie la herida y cambie el vendaje una vez al día hasta que la herida haya cicatrizado.
Para las heridas cerradas que están infectadas, aplique una almohadilla térmica o un paño tibio y húmedo al área enrojecida durante 20 minutos 3 veces por día. Esto ayudará a administrar antibióticos a la infección.
Para las heridas suturadas, evite exponerlas a la humedad durante las primeras 24 horas. Luego, lave la superficie con agua y jabón una vez por día. Evite poner en remojo la herida hasta que le hayan sacados todos los puntos.
Dele a su hijo acetaminofeno o ibuprofeno si presenta fiebre superior a 102°F (39°C) o si tiene dolor en la herida.
El pus de las infecciones por herida es de alguna forma contagiosa. Puede causar infecciones de piel en otras personas si el pus accidentalmente entra en la piel de otra persona o en un corte abierto. Asegúrese de que las otras personas de la familia no usen la toalla o el paño de su hijo. Aliente a su hijo que no toque la herida porque puede poner gérmenes en los dedos. Además, pídale que se lave las manos con más frecuencia que lo normal o lávele las manos. Córtele las uñas cortas.
No lleve a su hijo a la escuela hasta que lo hayan tratado con antibióticos durante 24 horas y no tenga fiebre.
Lave todas las heridas enérgicamente con agua y jabón durante 5 a 10 minutos para eliminar la suciedad y las bacterias. Remoje las heridas por punción en agua tibia y jabonosa durante 15 minutos. Haga esto lo antes posible después de que se produzca la lesión, porque cuanto más espere, menor es el beneficio.
Aliente a su hijo a que no se rasque las picaduras de insectos, las costras u otras áreas de piel irritada.
Enséñele a su hijo que besar una herida abierta es peligroso, ya que la herida se contaminará por los muchos gérmenes que hay en la boca.
Aplicar una pomada con antibiótico después de la limpieza puede ser de ayuda.
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