La mayoría de los artículos tragados por los niños que no son alimentos, son monedas. Las monedas de menor tamaño (centavos o "dimes") casi siempre pasan con facilidad. Las más grandes (y en ocasiones las pequeñas) se pueden atorar en un segmento estrecho del esófago. Los objetos peligrosos son los puntiagudos, tales como los clavos y los palillos de dientes. Las baterías de disco (o de botón) son peligrosas, dado que contienen ácido o álcali, que puede dañar el revestimiento del intestino. Si se traga 2 o más imanes fuertes, estos se pueden pegar a través de 2 partes del intestino y pueden causar una perforación.
Si no hay síntomas (dificultad para tragar o dolor en la garganta), dele a su hijo un poco de agua para tomar. Si esto no produce síntomas, hágale comer un poco de pan u otro alimento sólido blando de carbohidratos. Si éste pasa sin problemas, el objeto indudablemente se encuentra en el estómago. Los cuerpos extraños deglutidos casi siempre llegan hasta el estómago, recorren los intestinos y son expulsados en una deposición normal en 3 o 4 días. No hay nada que usted pueda hacer para acelerar el proceso.
Normalmente, las deposiciones no tienen que ser examinadas para determinar la presencia de objetos pequeños, lisos. Sin embargo, para los objetos filosos o puntiagudos, grandes, largos (de más de 2.5 cm, o sea, 1 pulgada de largo) o valiosos, las deposiciones deben ser recolectadas en un pañal o periódico. Corte las deposiciones con una navaja o páselas a través de un pedazo de malla (tela metálica) hasta que encuentre el objeto.
Los niños pequeños que se llevan todo a la boca deben protegerse de los objetos pequeños que puedan tragar accidentalmente.
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