Tener fiebre significa que la temperatura corporal es superior a lo normal. Su hijo tiene fiebre si ocurre lo siguiente:
La fiebre táctil (sensible al tacto) es la impresión de que su hijo tiene fiebre porque lo siente caliente al tacto. Controlar la fiebre de esta forma es más exacto de lo que solíamos creer. Pero si usted va a llamar al médico, use un termómetro para medir la fiebre.
La temperatura promedio del cuerpo cuando se mide oralmente es de 97.6° F (36.5° C). La temperatura oral normalmente puede cambiar de ser baja de 95.8°F (35.5°C) a la mañana a ser alta de 99.4°F (37.5°C) a la tarde. El aumento leve de temperatura (de 100.4 a 101.3°F, o de 38 a 38.5°C) puede producirse a causa de hacer ejercicio, tener mucha ropa puesta, darse un baño caliente o por el clima caluroso. La comida o la bebida caliente también pueden aumentar la temperatura oral. Si sospecha que hay un efecto de este tipo en la temperatura de su hijo, vuelva a tomarla en media hora.
La fiebre es un síntoma, no una enfermedad. Es la respuesta normal del cuerpo a las infecciones. La fiebre ayuda a combatir las infecciones porque activa el sistema inmunológico del cuerpo. La mayoría de los casos de fiebre (de 100 a 104° F o de 37.8 a 40° C) que los niños contraen son útiles, no dañinos. La mayoría se produce a causa de enfermedades virales tales como resfríos o la gripe. Algunos se producen a causa de enfermedades bacterianas tales como amigdalitis estreptocócica o infecciones de la vejiga. La dentición no causa fiebre.
La mayoría de los casos de fiebre con enfermedades virales duran de 2 a 3 días. En general, la intensidad de la fiebre no se relaciona con la gravedad de la enfermedad. Lo que cuenta es qué tan enfermo se muestra su hijo. La fiebre no causa daño permanente. El daño cerebral ocurre solamente si la temperatura corporal es superior a 108° F (42° C). Afortunadamente, el termostato del cerebro mantiene la temperatura muy por debajo de este nivel aunque la fiebre no reciba tratamiento.
Aunque todos los niños contraen fiebre, solo el 4% desarrolla una pequeña convulsión a causa de la fiebre. Este tipo de convulsión generalmente es inofensiva, pero un profesional médico siempre debe revisar a un niño que tenga una convulsión febril. Si su hijo ha tenido fiebre alta sin convulsiones, es probable que no tenga una.
Aliente a su hijo a que tome más fluidos. Las paletas y las bebidas frías son de ayuda. Durante la fiebre, se pierden fluidos corporales debido al sudor.
La cantidad de ropa que usa debe ser mínima porque se pierde más calor por la piel. No lo acobije demasiado; esto puede causar una fiebre más elevada. Cuando su hijo sienta frío o esté temblando (escalofríos), cúbralo con una manta liviana.
Si la fiebre es 100°F a 102°F, este es el único tratamiento necesario. Es raro que haya que darle medicamentos para la fiebre. Las fiebres de este nivel no causan malestar, pero pueden ayudar al cuerpo a combatir la infección.
Recuerde que la fiebre está ayudando a su hijo a combatir la infección. La fiebre solamente debe tratarse con medicamentos si causa malestar. Esto generalmente hace referencia a una temperatura superior a 102° F (39° C).
Estos medicamentos comienzan a hacer efecto aproximadamente entre 30 minutos y 2 horas después de su administración y bajarán la fiebre en 2°F a 3°F (1°C a 1.5°C). Los medicamentos no bajan la temperatura al nivel normal a menos que esta no haya sido demasiado alta antes de la administración de los medicamentos. Será necesario administrar dosis repetidas de los medicamentos porque la fiebre subirá y bajará mientras dure la enfermedad. Si su hijo está durmiendo, no lo despierte para darle los medicamentos.
Acetaminofeno: A los niños mayores de 3 meses de edad se les puede administrar acetaminofeno (Tylenol). Dé la dosis correcta para el peso de su hijo cada 4 a 6 horas. Nunca administre más de 5 dosis en un período de 24 horas.
Ibuprofeno: El ibuprofeno (Advil, Motrin) está aprobado para bebés de más de 6 meses de edad. Una ventaja que el ibuprofeno tiene sobre el acetaminofeno es un efecto más prolongado (de 6 a 8 horas en lugar de 4 a 6 horas). Dé la dosis correcta para el peso de su hijo cada 6 a 8 horas.
PRECAUCIÓN: El cuentagotas que viene con un producto no puede utilizarse con otras marcas.
Precaución: No use acetaminofeno e ibuprofeno juntos a menos que el profesional médico de su hijo lo haya recomendado. Principalmente, es innecesario y puede ser confuso.
Evite la aspirina: Los profesionales médicos recomiendan que los niños (hasta los 21 años de edad) no tomen aspirina para combatir la fiebre. Se ha relacionado la ingesta de aspirina durante una infección viral, tal como varicela o gripe, con una enfermedad grave llamada síndrome de Reye. Si tiene hijos adolescentes, adviértales que eviten ingerir aspirina.
Por lo general, no es necesario dar a su hijo un baño con esponja para reducir la fiebre. Nunca dé a su hijo un baño con esponja sin administrarle acetaminofeno o ibuprofeno antes. Solamente debe darle a su hijo un baño con esponja si tiene fiebre superior a 104°F (40°C) y sigue igual cuando le vuelve a tomar la temperatura 30 minutos después de haberle dado acetaminofeno o ibuprofeno.
Si le da a su hijo un baño con esponja, hágalo en agua tibia (de 85 a 90° F o 29 a 32° C). El baño con esponja hace efecto mucho más rápido que la inmersión, por lo tanto siente a su hijo en 2 pulgadas de agua y siga humedeciendo la superficie de la piel. El enfriamiento se produce a causa de la evaporación del agua. Si su hijo tiembla, eleve la temperatura del agua o suspenda el baño con esponja hasta que el acetaminofeno o el ibuprofeno hagan efecto. No espere bajar la temperatura por debajo de 101° F (38.3° C). No agregue alcohol para fricciones al agua; se puede inhalar y causar un coma.
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