La obesidad se ha convertido en el riesgo de salud número 1 de los Estados Unidos. Más del 15% de los adolescentes norteamericanos tienen exceso de peso. Su hijo tiene un exceso de peso si:
Se dice que una persona es obesa cuando su relación de peso a altura (índice de masa corporal, o BMI) supera el 95avo percentil (un índice de masa corporal de más de 25 en adolescentes). El 10% de los niños norteamericanos de 2 a 5 años de edad, y el 17% de los que tienen de 6 a 19 años de edad, son obesos.
La tendencia a la obesidad generalmente es hereditaria. Si uno de los padres es obeso, la mitad de los hijos con frecuencia también lo serán. Si ambos padres tienen exceso de peso, la mayoría de los hijos tendrán tendencia a tener exceso de peso. Si ninguno de los padres tiene exceso de peso, es poco probable que los niños tengan exceso de peso.
La herencia por sí sola (sin comer en exceso) es responsable por la mayoría de los casos de problemas de peso leves. Los problemas de peso moderada generalmente se debe a una combinación de herencia, comer en exceso y falta de ejercicio. Algunos excesos en el comer son normales en nuestra sociedad, pero sólo los que tienen la tendencia hereditaria a ser obesos aumentarán de peso cuando coman en exceso. El entorno familiar (qué comidas come, cuánto se ejercita, cuánto mira televisión) es igual de importante.
Menos del 1% de la obesidad es causado por algún problema médico. El profesional médico de su hijo puede determinar si la obesidad de su hijo tiene una causa física fácilmente por medio de un examen físico sencillo.
Los niños con sobrepeso pueden tener problemas de salud además de problemas sociales. Estos incluyen alta presión sanguínea, diabetes tipo 2, enfermedad cardiaca, apnea de sueño obstructiva por ronquidos fuertes, intolerancia a los ejercicios, dolor de espalda, dolor de rodilla, autoestima baja y depresión.
Es muy difícil bajar de peso. También es difícil conservar la pérdida de peso. El mejor momento para que un niño baje de peso es cuando tiene más de 15 años de edad. Alrededor de esa edad es cuando le empieza a preocupar mucho su apariencia. El adolescente que tiene su propia motivación tiene también la disciplina para cambiar a una dieta más saludable y bajar de peso. Ayudar a los hijos a que bajen de peso entre los 5 y 15 años de edad es muy difícil, porque tienen acceso a muchos alimentos fuera de casa y no es fácil motivarlos para que bajen de peso. Ayudarle a un niño menor de 5 años de edad a bajar de peso no es tan difícil, porque los padres tienen mejor control de los alimentos que se le ofrecen al niño. Durante los primeros 2 años de vida, no es saludable perder peso, pero sí ganarlo a un ritmo menor.
Los adolescentes pueden aumentar su motivación asociándose a un club para bajar de peso, como TOPS (Take Off Pounds Sensibly) o Weight Watchers. Algunas veces, las escuelas ofrecen clases para ayudar a los niños a bajar de peso. La motivación de un niño también puede aumentar si toda la familia inicia un programa de dieta más saludable y ejercicios. Un programa de pérdida de peso donde cooperan los padres y el hijo con metas individuales normalmente es más útil que un programa competitivo enfocado en ver quién pierde peso más rápido.
La autoestima es más importante que el peso ideal. Si su hijo es obeso, probablemente ya está desilusionado consigo mismo. Necesita que su familia lo apoye y lo acepte tal como es. La autoestima del niño puede reducirse o destruirse con padres que se preocupen demasiado por el peso del niño. Evite caer en las siguientes trampas:
Elija un objetivo que sea razonable, de acuerdo a la estructura ósea y cuánto sobrepeso tenga su hijo. La pérdida de medio kilogramo (aproximadamente 1 libra) por semana es un objetivo realizable, pero su hijo tendrá que trabajar muy duro para mantener este ritmo de pérdida de peso durante varias semanas. No pese a su hijo más de una vez por semana; pesarse diariamente genera muchas falsas esperanzas o frustración. Cuando bajar de peso se vuelve un esfuerzo muy grande, haga que su hijo interrumpa el programa por unas semanas para descansar. Durante este período, ayúdele a mantener un peso constante.
Una vez que su hijo haya alcanzado el peso que se había propuesto como objetivo, la meta a largo plazo es tratar de mantener un peso que no difiera en más de 2.5 kg (aproximadamente 5 libras) de ese objetivo. Mantener un determinado peso es posible solamente mediante la moderación permanente en la comida. Su hijo probablemente siempre tendrá la tendencia a aumentar fácilmente de peso, y es importante que él lo entienda.
Su hijo deberá tener diariamente 3 comidas bien balanceadas, con porciones de tamaño normal. No hay alimentos prohibidos. Su hijo puede comer una porción de cualquier cosa que coman su familia o sus amigos. Sin embargo, hay porciones prohibidas. Mientras su hijo está bajando de peso, debe levantarse de la mesa con un poquito de hambre. Su hijo no puede bajar de peso si come hasta estar satisfecho. Aliéntelo para que coma porciones normales en lugar de porciones grandes y que no se sirva una segunda porción. Tratar de apresurar el proceso con el ayuno, las dietas drásticas o las píldoras dietéticas rara vez dan buenos resultados y pueden resultar peligrosas. Las dietas de puros líquidos son seguras solamente si se llevan a cabo según las instrucciones. El recuento de las calorías es útil para algunas personas, pero generalmente requiere demasiado tiempo. Considere las siguientes guías generales sobre lo que su hijo puede comer y beber:
El comer de más se debe en general a malos hábitos. Para contrarrestar la tendencia a aumentar de peso, su hijo debe aprender buenos hábitos alimenticios que persistirán durante toda su vida. Usted puede ayudarle a su hijo a bajar de peso y a mantener la pérdida de peso haciendo lo siguiente:
El ejercicio diario puede acelerar la pérdida de peso y aumentar la sensación de bienestar físico. La forma más eficaz de bajar de peso es la combinación de dieta y ejercicios. Pruebe las siguientes formas de ejercicio:
Cuantas más actividades al aire libre tenga su hijo, tanto más fácil le será bajar de peso. El ocio fomenta la costumbre de "picar". Casi todo el consumo de bocadillos tiene lugar entre las 3 y las 6 p.m. Ayúdele a su hijo a mantenerse ocupado después de la escuela con actividades tales como la música, la actuación teatral, los deportes o las reuniones de un grupo de niños exploradores. Un trabajo de tiempo parcial después de la escuela puede ser útil. A falta de otra cosa, estimule a su hijo para que visite o llame a sus amigos. La vida social activa casi siempre resulta en una reducción del peso.
Llame durante horas de oficina si: