La televisión tiene una influencia enorme sobre la forma en que los niños ven nuestro mundo. Desde que nacen hasta los 18 años de edad, los niños pasan más horas viendo la televisión que en la escuela. Entre los aspectos positivos de ver la televisión están el contemplar otros estilos de vida y otras culturas. En la actualidad, los niños entran a la escuela sabiendo más que los niños anteriores a la era de la TV. Además, la televisión tiene un gran poder de entretenimiento. Aunque la televisión puede ser un buen maestro, muchos niños pasan demasiado tiempo frente al televisor, y por lo tanto experimentan algunas de las consecuencias negativas descritas a continuación.
También disminuye el tiempo dedicado a jugar con otros niños. Un niño tiene menos tiempo para usar su imaginación y para pensar. Ver la TV le deja menos tiempo para participar en los deportes, para la música, el arte y para otras actividades que requieren práctica por parte del niño para poder adquirir suficiente habilidad en ellas.
Reduce las interacciones sociales con la familia y las amistades.
Para leer se necesita pensar mucho más que para mirar televisión. La lectura mejora el vocabulario de un niño. La baja en las calificaciones de lectura puede estar relacionada con el tiempo excesivo pasado frente al televisor.
Este exceso de televisión interfiere con el estudio, la lectura y el tiempo para pensar. Si los niños no duermen lo suficiente porque están viendo la televisión, al día siguiente no estarán suficientemente atentos para poder aprender bien.
Un estilo de vida inactivo resulta en una mala aptitud física. Si a esto se acompaña un consumo frecuente de bocadillos, el hábito exagerado de ver la televisión puede contribuir a crear problemas de aumento excesivo de peso corporal.
Los niños pequeños presionarán a los padres para que les compren los juguetes que ven anunciados.
El hecho de observar violencia excesiva puede hacer que un niño se vuelva muy temeroso acerca de su seguridad personal y del futuro. La violencia en la televisión puede embotar la compasión que un niño normalmente siente hacia las víctimas. Después de ver programas televisivos violentos, los niños pequeños pueden ser más agresivos en sus juegos. Aunque la violencia en la televisión no aumenta el comportamiento agresivo hacia otras personas en la mayoría de los niños, puede hacerlo en los niños impulsivos.
Trate de que su hijo se interese en los deportes, los juegos, los pasatiempos y la música. De cuando en cuando, apague la televisión y salga a caminar o juegue con su hijo.
Comience a leer a sus hijos desde que tengan 1 año de edad y anímelos a que lean por su cuenta cuando crezcan. Algunos padres permiten un tiempo de TV o videos equivalente al que pasan leyendo. Ayúdeles a mejorar sus aptitudes para conversar, pasando más tiempo conversando con ellos.
Un límite razonable es 1 hora en los días escolares y 2 ó 3 horas por día durante los fines de semana. Estos límites se aplican al tiempo combinado de televisión y juegos de video.
La televisión para los niños de edad preescolar debe estar limitada a programas especiales producidos para niños pequeños. Como la diferencia entre la fantasía y la realidad en esta edad no es clara, los programas regulares de TV pueden provocar miedos.
Establezca la regla de que el niño debe terminar primero la tarea y sus obligaciones antes de ver televisión. Si el programa favorito del niño se transmite antes de terminar la tarea, considere grabarle el programa para que lo vea más tarde.
Los niños a quienes se les permite estar despiertos hasta tarde viendo televisión normalmente están muy cansados al siguiente día para recordar lo que se les enseña en la escuela. No ponga un televisor en la recámara de su hijo porque eso impide que usted controle el tiempo que mira televisión.
El tiempo de la familia es demasiado valioso para desperdiciarlo en programas de televisión. Además, no use siempre la televisión como música de fondo en su casa. Si no le gusta una casa en silencio, intente escuchar música sin letra.
Encienda la televisión solamente para ver programas específicos. No la encienda al azar para luego buscar algún programa interesante. Enséñele a su hijo a consultar la guía de programación antes de encender la televisión.
Si la televisión permanece encendida, su hijo probablemente se interesará en el programa siguiente y entonces le resultará más difícil despegarse de la televisión.
Estimúlelo para que vea documentales o dramas de la vida real. Si su hijo ve un programa que incluye amor, sexo, disputas familiares, beber alcohol o consumir drogas, úselo como una manera de iniciar conversaciones familiares sobre esos temas difíciles.
Esto significa que usted debe saber lo que su hijo está viendo y debe apagar el televisor si a usted no le parece que el programa es bueno. Esto también puede incluir a los noticieros.
Haga listas por separado de los programas que son adecuados para que los vean los niños pequeños y para los niños más grandes. Haga responsables a los niños más grandes de mantener a los más pequeños fuera del cuarto de TV cuando ellos vean programas no permitidos para los más pequeños. Si no lo cumplen, el programa se debe apagar.
La disponibilidad de la televisión por cable y de los videocasetes significa que cualquier niño de cualquier edad tiene acceso a las versiones sin cortes de las películas para adultos. Muchos niños menores de 13 años llegan a tener temores durante el día y pesadillas porque se les permitió ver esa clase de películas.
En la actualidad, la mayoría de los programas de televisión están clasificados. La clasificación de los programas de TV son:
La mayoría de los equipos de televisión tienen ahora un V-Chip (circuito integrado) que puede bloquear los programas de televisión con ciertas clasificaciones. Pero recuerde, la clasificación de los programas es solamente una guía. No pueden reemplazar su buen juicio. Un programa educativo con animales puede tener la misma clasificación que un dibujo animado violento.
Señálele la forma en que la violencia perjudica a la víctima y a la familia de la víctima. Si su hijo está perturbado por un programa que ha visto, asegúrese de hablar sobre el mismo con el niño.
Ayúdeles a identificar los anuncios con alto grado de presión para impulsar las ventas y las aseveraciones exageradas. Si su hijo quiere un juguete basado en un personaje de la televisión, pregúntele cómo lo va a usar en casa. (La respuesta probablemente le convencerá que el juguete servirá para hacer crecer la colección más que para convertirse en algo usado para el juego activo.)
Este tipo de clarificación puede ayudar a que su hijo disfrute de un programa y, sin embargo, comprenda que lo que está sucediendo en la TV podría no pasar en la vida real.
Si usted pasa mucho tiempo viendo la televisión, puede tener la seguridad de que su hijo hará lo mismo. Además, el tipo de programas que usted vea envían un mensaje muy claro a su hijo.