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Asma

(Asthma)

¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad crónica (de larga duración) de los pulmones, en la cual a menudo se hincha o inflama el recubrimiento de las vías respiratorias de los pulmones. Las vías respiratorias de un asmático son también particularmente sensibles a ciertas sustancias irritantes o “desencadenantes”. Un desencadenante del asma puede ser algo a lo que su hijo es alérgico, como el polen, la caspa de animales o el polvo del hogar. El desencadenante también puede ser una sustancia irritante, como el humo del tabaco, vapores de mentol, aire frío o el virus que causa los resfríos. Cuando las vías respiratorias reaccionan al desencadenante, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensan, y el recubrimiento de las vías respiratorias se inflama y produce mucosidad espesa. Esto hace que la vía respiratoria se estreche y sea difícil respirar. Esta dificultad para respirar se llama ataque de asma. Un ataque de asma puede ser leve, moderado o severo. Cuando su hijo está teniendo un ataque, en general tendrá que tomar un medicamento para aliviar sus síntomas. Si su hijo tiene ataques de asma frecuentes, es posible que tenga que usar medicamentos todos los días para controlar mejor su asma.

El asma no desaparece cuando su hijo no tiene síntomas. Las vías respiratorias siguen inflamadas. Su hijo necesita un plan de tratamiento, llamado Plan de Acción Contra el Asma y seguimiento de cerca por un profesional médico.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de asma pueden aparecer y desaparecer. Los síntomas de asma pueden incluir cualquier combinación de:

  • Tos repetida, especialmente por la noche o la mañana temprano, con el ejercicio, o con infecciones virales tales como resfriados
  • Sibilancia (un silbido agudo durante la respiración)
  • Problemas para respirar
  • Nuevo o el aumento de la renuencia a participar en la vigorosa obra de teatro o actividades que requieren esfuerzo físico

Otros síntomas graves en los niños son:

  • Los labios o las uñas azulados o gris (Llame al 911.)
  • Orificios nasales ensanchados al tratar de respirar
  • Hablar solamente en oraciones o frases cortas
  • Hundimiento de la piel o los músculos entre las costillas, o en el cuello, en la base de la garganta, al aspirar
  • Palidez o sudoración inusuales
  • Dificultad para caminar o jugar
  • Encorvada por encima o por dificultades para respirar
  • Comienza a toser y no puede detenerse

¿Cuánto tiempo duran?

Algunos niños pueden tener síntomas de asma durante un par de años y luego superarlo. A menudo, los síntomas de asma mejoran durante la adolescencia. Sin embargo, para la mayoría de los niños el asma sigue activo el resto de sus vidas. Los ataques de asma pueden durar minutos a días, dependiendo del desencadenante. Pueden dar miedo, pero son tratables. Cuando se toman los medicamentos de la manera indicada, los síntomas se pueden controlar o eliminar por completo.

¿Qué tipos de medicamentos necesita mi hijo?

Medicamento de acción rápida o de rescate

Los medicamentos de acción rápida, también llamados medicamentos de rescate, abren velozmente las vías respiratorias de su hijo y se usan cuando su hijo está sufriendo un ataque de asma. Estos medicamentos se llaman broncodilatadores.

Si su hijo está teniendo síntomas del asma (sibilancia, tos, dificultad para respirar), debe tomar su medicamento de acción rápida. Si no está segura si su hijo tiene o no sibilancia, empiece a darle el medicamento de acción rápido. Cuanto más tarde en darle el medicamento, más van a tardar en pasar la sibilancia. Una vez que comenzó el tratamiento, siga dándole al niño su medicamento de acción rápida en la dosis recetada por su profesional médico. (Puede que su hijo tenga que tomar el medicamento de acción rápida por varios días.) La dosis habitual es de 2 inhalaciones cada 4 horas según sea necesario. Espere 1 minuto entre cada inhalación. Siempre use un espaciador.

Precaución: Si no usó el inhalador por más de 7 días o es nuevo, haga dos atomizaciones de prueba en el aire antes de usarlo para el tratamiento.

Medicamentos de control a largo plazo, o controladores

Los medicamentos de control a largo plazo, también llamados controladores, ayudan a prevenir los ataques de asma. Estos medicamentos pueden ayudar a evitar que las vías respiratorias de los pulmones de su hijo se inflamen y se irriten. Uno de los medicamentos de control que se usan frecuentemente son los esteroides inhalados. Se consideran la terapia más efectiva a largo plazo para pacientes con asma crónica. Además de usar los medicamentos de alivio rápido durante ataques de asma, también continúe el medicamento controlador.

Los niños con los siguientes síntomas en general tienen que tomar medicamentos controladores todos los días para poder participar en actividades normales:

  • Síntomas de asma durante 2 o más días de la semana
  • Necesidad de usar un inhalador de alivio rápido más de 2 días de la semana (excepto para prevenir los síntomas inducidos por el ejercicio)
  • 2 o más ataques nocturnos por mes
  • Necesidad de tratamiento con esteroides orales 2 o más veces por año
  • Asma provocada por pólenes (es posible que tenga que usar medicamentos controladores diariamente durante toda la estación de polen)

¿Cómo puedo cuidar a mi hijo?

  • Fiebre del heno. Para tratar los síntomas de la fiebre del heno (la alergia al polen) se pueden dar antihistamínicos. Si no se controla adecuadamente la fiebre del heno, los ataques de asma pueden empeorar. Los estudios han demostrado que los antihistamínicos no empeoran el asma y pueden ayudar a controlarlo mejor.
  • Resfriados o resfríos. La mayoría de los niños con asma sufren de sibilancia cuando tienen tos y resfríos. Si éste fuera el caso de su hijo, dele el medicamento contra el asma de acción rápida a la primera señal de tos o sibilancia. El mejor “medicamento para la tos” para una persona con asma es el medicamento contra el asma, no un jarabe contra la tos. Cuando su hijo tenga tos o un resfriado, obsérvelo de cerca o llame a su profesional médico para que lo asesore si no mejora después de tomar el medicamento contra el asma, o si sus síntomas empeoran.
  • Ejercicio. La mayoría de las personas con asma sufren de ataques breves de tos y sibilancia cuando realizan ejercicio vigoroso. Uno de los factores desencadenantes principales del asma es hacer ejercicio vigoroso prolongado, como correr larga distancia, sobre todo cuando el aire está frío. En niños muy pequeños, el llanto también podría causar ataques de asma. Si su hijo tiene asma inducida por ejercicio, informe a sus entrenadores, profesores y supervisores de las actividades de su hijo de lo que deben hacer para ayudar a su hijo. No es necesario evitar el ejercicio y otras actividades físicas. Si su hijo se está recuperando de una enfermedad vírica, puede que deba evitar la clase de gimnasia o los deportes durante un breve periodo de tiempo. Su hijo puede evitar en general los síntomas usando un medicamento de alivio rápido de 15 a 30 minutos antes de comenzar a hacer ejercicio. Si su hijo sigue teniendo síntomas frecuentes cuando hace ejercicio, aunque esté usando un medicamento de acción rápida, consulte con el profesional médico de su hijo.
  • En la escuela. El asma no se contagia. Su hijo debería ir a la escuela, aunque tenga síntomas leves del asma, pero no debería ir a la clase de gimnasia ni hacer actividades vigorosas durante esos días. Coordine con el personal de la escuela para que su hijo tenga siempre a mano medicamentos contra el asma, un medidor de flujo máximo y un Plan de Acción Contra el Asma en la escuela. El Plan de Acción Contra el asma describe lo que hay que hacer si su hijo tiene síntomas del asma mientras está en la escuela, y se debería elaborar junto con su profesional médico. Si su hijo no puede asistir a la escuela por el asma, llévelo a ver al profesional médico el mismo día para que lo asesore sobre tratamientos adicionales.
  • Errores comunes. El error más común que se comete es aplazar el uso de los medicamentos recetados contra el asma, o no volver a comprarlos cuando se acaben. Los inhaladores y medicamentos de venta libre no son útiles.

Otro error serio es continuar exponiendo a su hijo a una causa evitable del asma. Por ejemplo, no tenga un gato en su casa si su hijo es alérgico a los gatos. Además, no permita que nadie fume en su casa. El humo del tabaco puede permanecer en el aire por más de una semana.

Cuando su hijo está sufriendo un ataque de asma, no entre en pánico. El miedo puede dificultar la respiración aún más, así que trate de conservar la calma y reasegurar a su hijo. Finalmente, trate de no dejar que el asma limite las actividades, los deportes ni la vida social de su hijo. Si los síntomas del asma de su hijo empeoran o afectan su estilo de vida, haga una cita con su profesional médico para hablar sobre sus preocupaciones. Es posible que tenga que modificar o aumentar la dosis de los medicamentos para controlar mejor el asma de su hijo.

¿Cómo se pueden prevenir los ataques de asma?

  • Trate de descubrir y evitar las sustancias que provocan los ataques de asma de su hijo. Un factor común que provoca el asma es el tabaco de segunda mano. Si alguien fuma en su casa, su hijo tendrá más ataques de asma, necesitará más medicamentos o tendrá que hacer más visitas a la sala de emergencia.
  • Saque las mascotas de la casa o manténgalas fuera de la casa, o por lo menos fuera del cuarto de su hijo.
  • Aprenda cómo hacer que el cuarto de su hijo esté libre de polvo. Cambie los filtros de su sistema de calefacción por aire forzado o aire acondicionado por lo menos una vez por mes.
  • Si su hijo es alérgico al moho o a los ácaros del polvo, trate de mantener el nivel de humedad en su casa entre el 30% del 50%. Use un deshumidificador, si fuera necesario.
  • Si su hijo sufre de sibilancia después de entrar en contacto con el pasto, hierbas malas o animales, puede haber polen o caspa de animales en el pelo o la ropa de su hijo. Su hijo debe bañarse, lavarse el pelo y cambiarse de ropa.
  • Debería darle a su hijo la vacuna contra la influenza todos los otoños.
  • Tenga el Plan de Acción Contra el Asma, el medidor de flujo máximo y los medicamentos de su hijo a mano en todo momento. El plan, que se desarrolla en conjunto con su profesional médico, reseña lo que hay que hacer cuando su hijo tiene síntomas de asma.

¿Cuándo debo llamar al profesional médico de mi hijo?

Llame INMEDIATAMENTE si su hijo:

  • Tiene sibilancia aguda
  • Tiene problemas para respirar
  • Tiene sibilancia que no mejora después de la segunda dosis de medicamento de alivio rápido contra el asma
  • Tiene un flujo máximo de 50% o menos que el mejor flujo personal

Llame durante el horario de consulta normal si:

  • La sibilancia dura más de 24 horas a pesar del tratamiento.
  • Su hijo no tiene un Plan de Acción Contra el Asma.
  • Usted tiene otras preguntas o inquietudes.
Written by Barton D. Schmitt, MD, author of “My Child Is Sick,” American Academy of Pediatrics Books.
Pediatric Advisor 2018.1 published by Change Healthcare.
Last modified: 2017-06-21
Last reviewed: 2017-06-05
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.
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