Manejo de la ira: Enséñe a los niños cómo hacer frente a su ira

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PUNTOS CLAVE

• La ira es una emoción natural. Pero la ira descontrolada puede ser peligrosa para su hijo y para los demás.
• Enseñe a su hijo formas saludables de lidiar con el enojo, y recuérdele que practique formas nuevas de hacer frente a sus sentimientos.
• También ayuda si usted da un buen ejemplo a su hijo.

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¿Qué es la ira?

La ira es una emoción natural. Frecuentemente es una respuesta a sentirse amenazado, maltratado, o sentir que se le impide llegar a una meta. La ira puede ser saludable cuando da energía para corregir algún mal. Pero la ira descontrolada puede ser peligrosa para su hijo y para los demás.

Es mejor enseñarles a los niños cómo manejar la ira antes de que entren en la adolescencia. Cuanto antes aprendan los niños estas habilidades, mejor van a poder manejar su ira de maneras saludables.

¿Qué es el manejo de la ira?

El manejo de la ira no quiere decir que su hijo nunca se siente enojado o que su hijo tiene ira y nunca la expresa. Aprender a manejar la ira significa que su hijo aprende:

• A reconocer lo que provoca su ira
• Señales que se está enojando como cuando se siente tenso o enojado por dentro
• Cómo hacer frente al enojo en formas saludables

Formas saludables para que su hijo haga frente a su ira incluyen:

• Tomar un tiempo a solas o un tiempo de reflexión. Enséñele su hijo a irse a caminar o irse a otra habitación por 5 a 15 minutos.
• Pensar en otra cosa. Para niños pequeños, hacer como si soplan burbujas imaginarias es una buena técnica. Es fácil y le enseña a su hijo a tomar respiraciones largas y lentas. Comience soplando burbujas reales usando una solución para hacer burbujas y una varita y más adelante haga que su hijo sople burbujas imaginarias de la misma manera, sin la solución de hacer burbujas ni la varita. Enséñele a su hijo a hacer esto en el momento en que comience a sentirse frustrado o molesto.
• Hacer algo físico. Enséñeles a los niños mayores a hacer algo físico, como caminar, correr, o montar en bicicleta. Escuchar música y cantar también puede ser una buena distracción.
• Practicar técnicas de relajación. Enséñele a su hijo a:
  • Tomar varias respiraciones profundamente y lentamente.
  • Relajar todos los músculos, un grupo a la vez--por ejemplo, comience con la frente y los músculos de la cabeza, después los músculos de la mandíbula, el cuello, y así.
  • Imaginar una escena reconfortante o agradable.
• Practicar. Usando el juego de interpretación de roles, practique nuevas formas en las que su hijo puede manejar su ira. Una vez se sienta cómodo usando una nueva técnica, su hijo es más apto a usarla cuando verdaderamente lo necesite.
• Demorarse en dar respuestas. Cuando su hijo se sienta enojado, enséñele a contar hasta el número 10. El aprender una frase tal como “relájate, cálmate” que puede repetirse varias veces para controlar el estrés puede ser muy útil. A los niños mayores les ayuda hablarse a sí mismos y decir algo como "No tengo por qué dejar que esto me moleste. Esto pasará. No es gran cosa."
• Expresar sentimientos por medio de palabras. Enséñele su hijo a usar palabras en lugar de golpear, morder, lanzar objetos o hacer berrinches. Ayude a que su hijo aprenda a usar frases que comienzan con "Yo", como por ejemplo "Yo siento que..." en lugar de usar frases donde parezca que está culpando o atacando a la otra persona.
• Expresar sentimientos usando el arte. Haga que su hijo dibuje imágenes de su enojo. Puede que su hijo quiera hacer un póster de las cosas que le gusta hacer para calmarse.
• Hablar sobre ello. Anime a su hijo hablar con una persona de confianza como un miembro de la familia, amistades, un maestro, un entrenador, o un profesional médico sobre el estrés de la vida para ayudarle a que se calme.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?

Para ayudar a su hijo a aprender, usted puede:

• Recuérdele su hijo que practique las nuevas maneras de controlar la ira. Cuanto antes le recuerde a su hijo lo que puede hacer, más fácil le será hacerlo. No se espere hasta que su hijo pierda control.
• Alabe a su hijo y déjele saber que hizo lo bien. Recompense las formas de comportamiento positivas. Las recompensas pueden ayudarle a su hijo a aprender formas saludables de controlar la ira. Junto con su hijo, haga una lista de recompensas que puede ganar al practicar su buen comportamiento todos los días. También asegúrese de decirle a su hijo cuando note que está expresando su ira en palabras, está practicando las técnicas de relajación, o tomando un descanso o tiempo de reflexión.
• Lea o cuéntele historias a su hijo acerca de la ira para ayudarle a tener ideas sobre buenas formas de hacer frente a sus sentimientos. Cuéntele a su hijo sobre momentos en los que usted se enoja y se siente estresado y qué hace. Por ejemplo, “Cuando me enfado respiro profundamente y cuento hasta diez. Cuando me calmo, trato de pensar en la mejor manera de lidiar con el problema.”
• Dé un buen ejemplo y maneje a su hijo con calma y tranquilidad. Cuando discipline a su hijo, haga que el niño pase tiempo a solas en lugar de gritar o golpear a su hijo.

Si su hijo todavía tiene problemas para manejar la ira, hable con su profesional médico o con un terapeuta de salud mental.